La gastronomía del estado de Puebla es amplia, vasta y variada, por lo que puede ir desde platillos tan elaborados y llenos de ingredientes, como el mole o chiles en nogada, hasta los más sencillos, pero igual de sabrosos, como las cemitas.
Las cemitas son uno de los platillos más emblemáticos y deliciosos de la gastronomía poblana y han conquistado paladares tanto locales como internacionales gracias a su sabor único y su inconfundible textura.
Historia y Origen
La cemita poblana tiene sus raíces en la cocina criolla de Puebla, una ciudad con una rica tradición culinaria. Se dice que la cemita surgió en el siglo XIX, influenciada por las técnicas y sabores europeos traídos por los colonos españoles, pero adaptada con ingredientes locales.
Se trataba entonces de un bizcocho de sal, largo y duro, similar a la baguette y del panecillo más económico, elaborado con harina oscura, destinado a los más pobres, llamado pan basso, conocido actualmente en México como pambazo.
El nombre de este singular platillo tiene su origen en el pan ácimo o cenceño, que preparaban los judíos a la llegada de la Pascua.
Ingredientes Clave
El secreto de una buena cemita poblana reside en la frescura y calidad de sus ingredientes. La cemita tradicional incluye:
- Pan de cemita: Un pan crujiente por fuera y suave por dentro, espolvoreado con ajonjolí.
- Carne: Generalmente se utiliza milanesa de res, aunque también puede llevar pata, carnitas o pollo.
- Quesillo: También conocido como queso Oaxaca, aporta una textura cremosa y un sabor suave.
- Aguacate: En rebanadas, añade una cremosidad extra.
- Pápalo: Una hierba de sabor fuerte y distintivo, esencial en la receta original.
- Chiles en escabeche: Aportan un toque de acidez y picante.
- Cebolla: Para completar la combinación de sabores frescos y crujientes.
Preparación
Preparar una cemita poblana es todo un arte. Se empieza cortando el pan por la mitad y añadiendo una capa generosa de aguacate. Luego se coloca la carne, seguida del quesillo deshebrado, el pápalo, los chiles, la cebolla. Finalmente, se cubre con la otra mitad del pan, creando una explosión de sabores en cada bocado.
Variantes y Popularidad
Aunque la receta original es la más apreciada, existen numerosas variantes de la cemita poblana que incluyen diferentes tipos de carne y combinaciones de ingredientes. Este platillo ha ganado popularidad en todo México y en diversas partes del mundo, donde se puede encontrar en restaurantes especializados en cocina mexicana.
En resumen, la cemita poblana es mucho más que una simple torta; es una representación de la rica herencia culinaria de Puebla y un deleite que ningún amante de la gastronomía debería perderse.